21.12.12

Rosario



Nueves meses creciendo, dentro.
A la par, una con la otra.


(…)

La admiro en silencio,
le tengo tanto terror
(como sinónimo de un respeto absurdo)
que nunca podría confesarle cuánto
siento por ella.
Le pasa lo mismo, se le nota.
Somos tan iguales que asusta.
No somos dos caras de una misma moneda,
somos monedas distintas.
Dos entes paralelos que
fueron obligados a vivir perpendicularmente.
Dos seres que resultan uno,
pero nunca dejan de ser independientes

(…)

La gente que la conoce
(no los que la saben)
tiende a sentirse incómoda
cuando digo que ella es mi madre,
aún hoy sigo sin comprender
que es lo que los altera de ella,
¿será acaso su lengua filosa que corta a todo aquel que ose mentir?
¿Será su prosa verborrágica, la cual hiere sin culpa?
¿Será su mirada dulce, cálida e intimandte?
¿Será su blanca tez, pura como su alma?
¿Será su flamante (y torcida) sonrisa aún después de tantas adversidades?
Sinceramente,
no comprendo, cómo es que alguien
puede sentirse intimidado por un infante.
Sí, acabo de llamar a mi madre infante...
lo es en todo:
curiosa
inocente
pícara
alegre...

(…)

De las palabras de mi madre nada he aprendido,
sus actos son los que me han forjado.
Como se forja el hierro, en caliente.
La calidez de la familia es la que me ha formado.
Pese a las olas de frío polar, a las distancias (físicas y mentales)
ya llevamos 21 años creciendo, fuera.
A la par una con la otra.

Ariel


Estábamos hartos
de que nos madrugaran,
siempre, y
nos den facturas recalentadas...
rompimos los esquemas y servimos la CENA.

Salsa negra, salsa roja.

Algunos la prefirieron medio tibia
y se fueron a comer a otras mesas...
tampoco es que comieron la cena,
simplemente sirvieron sus platos para adular ser rebeldes.
Hubo quienes disfrazaron sus desayunos y nos
hicieron creer que eran más cenas...
debemos admitir, que, un poco nos lastimaron,
pero, sin importar quién se nos interponga
nosotros seguiremos sirviendo
el plato caliente de sopa de letras,
millones de letras para que cada quien forme
sus propias palabras.
Y que otros tengan que tragárselas.

El tiempo ha pasado,
los platos han cambiado... pero el mensaje es el mismo:

no vamos a servirnos, tu comida de ayer.


20.12.12

Vicho


El querer es un término
amplio,
confuso.
Querer es el deseo de que
esto no se termine nunca,
querer es el recuerdo
del día en que nos contabas que
venías de otra provincia,
es la risa que nos produce la palabra cachiporra.
Repetí conmigo:
CA
CHI
PO
RRA.

Estallemos.

Querer es que nos duela la panza
por todo el brie que comimos
o por las carcajadas que largamos.
Querer es pensarnos amigas en un futuro,
es pensarnos hermanas.
Querer es entablar un lazo atemporal,
es pensaros en retrospectiva
y poder decir,
sin importar cuan áridas,
cuan agrias,
cuan heladas estemos...
cuan oxidados estén nuestros labios:
Te quiero, en infinitivo.

12.12.12

Andrea


Carnal, le dicen a los amigos,
en México.
carnal es que me abraces cuando dormimos
y nos unamos en el sueño
(efímero)
de hacer cosas a la par.
Carnal es, que,
cada vez que me decís
que soy tierna 
yo piense que somos dos pollos al horno,
cubiertos por una espesa capa de sal,
que se endurece con el calor y el tiempo,
que se endurece con el encierro.
Carnal somos nosotras,
alimentándonos.
Es gracioso cuando la gente
no entiende cuando decimos
que la vida es solo sexo y comida.
La gente no entiende,
que la vida es solo carnal.
Carnal, es amigo.

14.9.12

¿Es por eso?



Marrón/
amarillo/
derivados otoñales
Explicame cómo es que puedo confiar en alguien
que se ve como una hoja muerta
que hoy está aferrada a este árbol
y no-se-sabe-si mañana me abandona
como si nunca hubiera estado.
Para darle alegría a un niño cuando
este lo pisa.
Explicame cómo puedo confiar en vos

(…)


No te tengo fe/
creencia ciega/
amor boludo
sé que algo me estás ocultando
-eso te hace tan atractivo-
hasta que llego a casa
y descubro el vacío de nosotros
y que no sé mucho de vos
solo que supuestamente me querés
que te encanta la música clásica/
el film noir/
jugar con las palabras/
todasesascosasquenadiehace/
pero no sé nada de vos
de tu yo
de lo que te pasa por la cabeza cuando ves una injusticia/
una película/
si las palabras te golpean el pecho/
si de vez en vez llorás/

(…)

En qué te puede modificar que yo
llore o no llore/
que a mi me pase algo
por el pecho/
que si las palabras me golpean o no/
yo-no-sé-si-sos-un-marciano,
un extraño de seguro,
pero, ¿sentís? O sos un robot más
otro producto de este mundillo de
fast food/
confortabilidad/
hamburguesamiento/
hollywood/
bollywood/
pocas ropas/
pocas ideas/
¿vos tenés algo de eso?
¿Es por es que te vestís como el otoño?
¿Se te murió algo dentro?

(…)

12.9.12

Pesca del día

(…)

Se me hizo un nudo gigante
que no puedo desatar
ahí,
un nudo interminable
que me tiene mal
(muy mal)

(…)

Tengo miedo de tirar fuerte
y
que todo esto se corte
que se corte la felicidad que venimos viviendo/
estos días con vos fueron de pura plenitud/
ganasdecompartirmivida.

(…)

Llegaste de sopetón
te venía pensando hace tiempo
pero no esperaba que llegues así,
sos tan oportunamente inoportuno!
Me encanta tenerte entre mis cosas
sobre la mesa, o la cama...

Me encanta tenerte.

(…)

Sos tan putamente necesario
ahora, tengo que bajar cada vez que alguien viene.
Nadie me avisó que se me iba a hacer una galleta gigante
que tu tansa iba a ser tan delicada...
explicame cómo puede ser
que una caña de pescar
me tenga tan mal

tengo miedo de tirar fuerte,
me paraliza el miedo a perderte.


(…)

9.9.12

Mosh

vos sos completamente estricto

yo soy un desastre

un pedazo de plastilina

quenuncatienelamismaforma

6.9.12

Corr(up)ecto


1.

Yo también puedo ser naif
y escribirte con palabras bonitas
pitucas
¡Pero no!

2.

No me llena la prosa
políticamente correca
sutil
bella
Me llena, la palabra torpe
mal pronunciada
berreta, verborrágica

3.

Quiero decirte que
tu compañía me llena los días:
¡Me cabes, pibe!

4.

Caber
El verbo así no se conjuga
Me cago en tu verbo,
sólo me importa el sentimiento

5.

Todo esto que tengo
es visceral, no se ve apetecible.
Lo tengo dentro, junto con la basura.
Comienza a juntar mal olor, se está pudriendo.

6.

Necesito decirlo antes de que
se nos vaya el hambre
vos sos muy de barrio norte como para comerte este viaje.  

El barrio


28.8.12

Naza


Salimos del jardín, los miércoles, los jueves y los viernes son todos iguales. Ocho cuadras de guerra. Nuestros enemigos son todos. Somos nosotros contra el mundo.
Durante la primera cuadra repasamos las catorce reglas.
Regla número uno: los niños pisarán las negras líneas mientras las puras mujeres pisarán las blancas.
Regla número dos: los obstáculos serán montañas, las cuales deberán ser escaladas y una vez en la cima será obligatorio saltar, a la cuenta de tres.
Regla número tres: las baldosas para ciegos no podrán ser pisadas, esto implicaría la muerte automática. "Nosotros vemos bien, no necesitamos esas baldosas", aclara el pequeño.
Regla número catorce... - ¿catorce? - si, 1, 2, 3, 14.
Regla número catorce: hay que matarlos a todos...
Estamos por cruzar Corrientes, a esa altura no tiene líneas blancas: “Naza perdoname, salva tu vida, dejame sola. Vos todavía sos pequeño y tenés más futuro”. Se ofusca frente a esa frase y me grita: TODOS TENEMOS EL MISMO FUTURO. Cada día que pasa es una vida menos en la barra de energía, todos tenemos la misma barra de energía. No las pierdas por error. No las pierdas por no saber jugar. Si no hay líneas blancas, usa tus alas.
No comprendo muy bien eso de las alas, para mi soy un ser ordinario... no soy de metal, no soy alado, no tengo superpoderes, no vengo del más allá. Soy Clara, una niñera más de entre todas las niñeras.
Lo logramos, llegamos al departamento, el va delante de mí porque “yo te quiero mucho y no quiero que te pase nada, tengo que cuidarte”. 
Subimos las escaleras, nos encontramos con Muñón, la gata de Nazareno, me la presenta: "ella es Muñón. Se llama así debido a que le falta una patita... ¿ves? (me muestra su extremidad mutilada) pero eso no importa, porque es feliz igual. No tiene que importar si a alguien le falta algo lo que importa es ser feliz con lo que se tiene".
Es la tercera vez que nos vemos y lo único que hace es tirarme máximas de este tipo, creo que me encontró en el momento indicado en mi vida. Estoy en una de esas etapas donde hay dos opciones: todo se va al carajo o todo se va al re carajo. Sinceramente ya pasé muchas veces por esta etapa y siempre terminé yéndome al re carajo, esta vez no quiero que sea así. Esta vez no será así.
Merendamos mientras miramos Hora de Aventura, un programa sobre un niño y un perro (su amigo, no “su perro”) que viven en un mundo de fantasías, donde todas las niñas son princesas y la violencia, cuando deja de ser divertida o “para jugar” ya no se debe practicar. Pasan las horas y nosotros jugamos al monstruo de las cosquillas, al doctor con herramientas... llega la madre, llega el momento de la despedida.
Me abraza, me deja sin aire y dice: este fue un abrazo asfixiante, se acabó tu día, se te acabó una vida. 
Yo siento que gané muchas más.

23.8.12

120psi


(converso)
Creo que no puedo recordar la última vez que algo salió bien. Estoy oxidada en estos menesteres. Olvido los pasos, olvido las fórmulas. Ya no sé cómo se juega. Salteo casilleros, termino presa.
(suspiro)
Fue, yo me la juego.
Salto a la pileta, pensando que lo peor que puede pasarme es que esté vacía. Lo peor que puede pasarme es que esté llena y no saber cómo nadar.
(suspiro más largo)
Fue, no me la juego nada.
(silencio)
Decido arreglar la bicicleta y salir a rodar, mejor tener la cabeza en el aire que ahogándose en el mar de palabras que nunca voy a decir.
Emparcho.
Inflo.
Estoy nerviosa.
Me paso.
Mucha presión.
Explota.
Exploto.
Explota todo, otra vez.

20.8.12

dospuntosparéntesis

.





Es que, hermano, ¿vos viste cómo anda este mundo?

Yo por eso me río, me río para no secarme.

Me río para no amargarme.

Me río para no apagarme.

Me río para no llorar.







(fragmento de un poema más largo)

Siempre fuiste mi espejo


19.8.12

Felicidad automática


Se que todos esperan que comience esto con una frase del tipo: la vida es una mierda. Pero no pienso complacerlos.
Me gustan las burbujas de la soda, me hacen bien. Felicidad automática, como una película de mierda o un pedazo de chocolate blanco. Que nisiquiera es chocolate. Lo efímero de lo efímero.
Me levanto. No me quejo. Me cambio. La casa no se parece a Kosovo, la casa está en orden.
La vida es una mierda.
Salgo, me subo a mi flamante nueva bicicleta. Es domingo, hay sol. Los domingos son aburridos, me fascinan las cosas aburridas. Lo estoy disfrutando. Aparece un tachero, que no entiende nada de la vida y quiere explicarme que debo ir por una bicisenda. Me está gritando demasiado. Es domingo.
Mi sonrisa comienza a borrarse. No me lo puedo permitir.
Tomo las riendas de la discusión, lo hago con sutileza.
“Señor, hoy no me va a gritar. No, no y no. Hoy no me va a gritar porque es domingo y porque estoy enamorada”. Termino la frase y caigo en la cuenta de que estoy enamorada y no tengo el aguante suficiente para confersarlo y que al primero que se lo digo es a un tachero. Clavo el freno, prácticamente me voy de boca.
No hay burbujas.
No hay entradas para el cine.
No hay pseudo chocolate.
La vida, al fin y al cabo, es una mierda.

Kablam





Solo el hoy


Todos despiertos

Todos los días lo mismo.
Despierto, me quejo sobre eso. Intento percibir -desde la cama- si los gatos hicieron mucho bardo. 
Salgo de la cama. Mi casa se parece a Kosovo o a algún lugar del medio oriente, que fue, severamente bombardeado.
Exploto. 
Mi vida es rutinaria, no me cabe ni medo. Tengo miedo de empezar la facultad y de fracasar. Tengo miedo, tengo crisis. 
Suerte la mía de creer que de las crisis se aprende, no estoy aprendiendo un carajo. 
Hoy Naza me mató a cuchillazos, aparentemente no sé morir. Me retó y dijo: ¡Dale! ¡Vos estás muerta! y morir es como dormirse hay que cerrar los ojos y quedarse quieto. 
Todos los días lo mismo. 
Despierto.